Placebo

¿Qué es un placebo?

Se llama placebo a una sustancia sin efecto farmacológico que se administra a una persona como si fuera un medicamento. La mejoría que se consigue en una enfermedad al usar este método se conoce como efecto placebo. Por el contrario, si se produce un empeoramiento o aparecen nuevos síntomas se habla de efecto nocebo.

El hecho de que muchas personas mejoren de sus síntomas cuando toman un placebo puede deberse a varias causas:

• Por un lado, muchas enfermedades tienden a curarse espontáneamente sin necesidad de medicamentos, o bien alternan fases de empeoramiento con fases de mejoría.
• Por otro lado, el placebo puede producir una sugestión de origen psicológico que ayuda a mejorar cuando la persona piensa que está tomando un remedio.

¿Cuáles son los usos del placebo?

El placebo en los ensayos clínicos

Para estudiar si un medicamento es eficaz para tratar una enfermedad, lo habitual es comparar los resultados entre un grupo de personas que toman el medicamento y otro grupo que toman un placebo. El medicamento y el placebo deben ser similares en cuanto a su aspecto, sabor, etc. para que el paciente no sepa si toma uno u otro (estudio ciego). De esta forma, si los resultados son mejores en el grupo que recibe el medicamento, se puede estar seguro de que la diferencia se debe al propio fármaco. En caso de que ya exista algún tratamiento seguro y eficaz para esa enfermedad, los nuevos medicamentos no deben compararse con un placebo, sino con alguno de los tratamientos de eficacia demostrada.

El placebo como medicamento

El hecho de que haya pacientes que mejoran de algunos trastornos gracias al efecto placebo justifica que a veces se considere su uso en las consultas médicas. Pero desde el punto de visto ético, esto plantea muchas dudas si no se informa adecuadamente al paciente o a su familia. Prescribir un placebo, ocultando que es un producto sin efectos farmacológicos, supone engañar y ocultar información necesaria para que puedan tomar sus decisiones.

El efecto placebo también actúa a través de la relación entre médico y paciente. El simple hecho de ser escuchado y explorado, o el propio ritual del tratamiento, pueden suponer un alivio y reducir la ansiedad del paciente y su familia. Existen situaciones en las que se consiguen mejores resultados utilizando un placebo que si no se hiciera ningún tratamiento. Esta es una de las razones que explican que haya personas que mejoran usando las llamadas pseudoterapias o medicinas alternativas, cuyos beneficios se basan precisamente en el efecto placebo y no en los supuestos mecanismos sin base científica que se les atribuyen. Un tratamiento con placebo puede ser éticamente aceptable si se informa adecuadamente en el momento de recomendarlo, sin engañar diciendo que se trata de un medicamento y explicando su utilidad real.