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Pronación dolorosa: "se le salió" el codo
“Cuando bajábamos las escaleras, la niña tropezó y tiré del brazo para que no se cayera. Desde entonces no mueve el brazo y lo lleva pegado al cuerpo”
La pronación dolorosa es una lesión leve del codo, conocida también como subluxación de la cabeza del radio o codo de niñera. Es frecuente en menores de 4 años y más en las niñas. Debido al mecanismo por el que se produce, el codo izquierdo suele afectarse en más ocasiones que el derecho.
¿Qué es una pronación dolorosa?
Es una subluxación (salida de su sitio) leve de un hueso de la articulación del codo. Se produce sin un golpe previo, cuando un adulto tira de forma brusca con fuerza del brazo del niño (como al tirar de él cuando no quiere caminar, al balancearle, al ayudarle a subir un bordillo o al sujetarle cuando tropieza para que no caiga al suelo). Debido a este mecanismo, uno de los huesos del codo (el radio) se desplaza de su posición habitual y hace que el ligamento que lo rodea quede atrapado entre los huesos del codo, bloqueando la articulación.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando se produce esta lesión, el niño no mueve el brazo afectado y lo mantiene pegado al cuerpo, algo flexionado y, en ocasiones, lo sujeta con el otro brazo. El antebrazo queda con la palma de la mano girada hacia adentro y atrás (pronación). No suele causar un dolor importante, pero el niño puede quejarse y llorar cuando se le toca en el brazo afectado.
¿Cómo se trata?
En el caso de que se sospeche una pronación dolorosa, es recomendable acudir a su centro de salud o a un servicio de urgencias. El tratamiento consiste en la realización de maniobras, por parte de un médico, para recolocar el ligamento y desbloquear la articulación:
Es una técnica rápida y fácil: cogiendo al niño de la muñeca, se tira con suavidad del antebrazo y se gira, volviendo la palma hacia arriba, al mismo tiempo que se flexiona el codo. Cuando el radio ha vuelto a su lugar, se suele notar un clic y el niño puede volver a mover el brazo con normalidad. Otra técnica, a veces preferible e igual de eficaz, consiste en exagerar manualmente la pronación, ayudando con el pulgar en el codo para facilitar la recolocación del radio. No suele ser una técnica dolorosa, pero puede administrarse ibuprofeno o paracetamol para aliviar las molestias. El vídeo al final del artículo permite ver esta maniobra.
Cuando estas maniobras se realizan pasadas las 12 horas desde la producción de la lesión o cuando no se consigue la reducción a pesar del tratamiento, puede estar indicada la inmovilización del brazo.
¿Es necesario hacer pruebas diagnósticas?
Habitualmente, el médico puede diagnosticar este problema tras revisar al niño y al conocer el mecanismo de producción. Como no es una lesión debida a fractura ni otras alteraciones del hueso (habría dolor intenso, hinchazón e incluso deformidad), no es necesario hacer radiografías ni otras pruebas diagnósticas.
¿Qué consecuencias tiene?
Normalmente, tras la maniobra de reducción, el dolor desaparece y el niño recupera la movilidad del brazo de forma inmediata (aunque en algunas ocasiones puede demorarse algunos minutos por el dolorimiento y la precaución), sin dejar secuelas. No tiene complicaciones graves, aunque en niños que han sufrido una pronación puede existir una tendencia a repetirse en más ocasiones.
¿Cómo se puede prevenir?
Para prevenir este tipo de lesión es recomendable evitar tirar de forma brusca del brazo del niño, como las situaciones descritas anteriormente. Siempre que sea necesario levantar al niño, es recomendable hacerlo sujetándolo bajo las axilas.