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Linfomas

Los linfomas ocupan el tercer lugar entre los cánceres más frecuentes en la infancia, tras las leucemias y los tumores cerebrales

Niña con cáncer

¿Qué es un linfoma?

El linfoma es una enfermedad maligna caracterizada por una proliferación tumoral de los linfocitos (células de la sangre encargadas de la defensa contra las infecciones).

Los linfocitos pueden encontrarse en cualquier parte del organismo. Existen órganos con mayor contenido en linfocitos, como el bazo u otros de menor tamaño, como los ganglios linfáticos.

Es el tercer cáncer más frecuente en la infancia, tras las leucemias y los tumores cerebrales.

Se clasifican en dos grupos principales: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.

¿Cuáles son los síntomas?

Tanto el linfoma de Hodgkin como el linfoma no Hodgkin suelen presentarse como un aumento de tamaño, no doloroso, de uno o más ganglios linfáticos, que provoca la aparición de un bulto localizado normalmente en el cuello, la parte superior del tórax (se ven si se hace una radiografía), la axila, el abdomen o la ingle. Puede acompañarse de otros síntomas, como tos y dificultad respiratoria, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, cansancio o picor de la piel.

El linfoma no Hodgkin a veces también puede aparecer como una gran masa a nivel abdominal. Existen algunos subtipos más agresivos, de crecimiento rápido, que pueden debutar como una emergencia médica con riesgo vital, porque comprimen la vía respiratoria, los riñones, el corazón, los vasos sanguíneos u otros órganos.

¿Cómo se diagnostica?

Ante la sospecha de que un niño padece un linfoma, las primeras pruebas que se suelen solicitar son análisis de sangre, radiografías, ecografías, etc. Para la confirmación diagnóstica será necesario realizar una biopsia (extirpación de un ganglio linfático o una porción pequeña del mismo). La muestra obtenida será observada con un microscopio y se realizarán una serie de pruebas de laboratorio que puedan determinar el tipo de linfoma.

Además, se solicitarán otras pruebas como:

  • Estudio de la médula ósea (aspirado y biopsia). La médula ósea es el líquido que circula dentro de los huesos y se encarga de fabricar las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). El aspirado de médula ósea consiste en extraer una muestra líquida de células de la médula a través de un pinchazo en la parte posterior del hueso de la cadera. La biopsia consiste en extraer un cilindro pequeño de hueso lleno de células de la médula.
  • Análisis del líquido cefalorraquídeo, líquido que rodea el sistema nervioso central, para valorar si existe extensión a este nivel.
  • Pruebas de imagen del tórax y el abdomen, que permitan valorar la afectación de los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, los pulmones, los riñones, etc.

Además de la radiografía de tórax, se suelen solicitar tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) y tomografías por emisión de positrones (PET).

¿Qué pronóstico tiene?

El pronóstico depende del tipo de linfoma, aunque, en general, los tipos de linfomas más frecuentes en la edad pediátrica tienen un pronóstico bastante favorable, con unas altas tasas de curación y supervivencia global.

¿Cómo se trata?

El tratamiento dependerá del tipo de linfoma, así como de la extensión de la enfermedad.

Quimioterapia: consiste en la utilización de un grupo de medicamentos que sirven para destruir las células malignas, aunque también destruyen algunas de las sanas. Se administra por vía intravenosa normalmente y algunos fármacos por vía oral. Son necesarios varios ciclos de quimioterapia. Como efectos secundarios frecuentes se encuentran las náuseas, los vómitos y la caída del pelo. La toxicidad hepática o renal es menos frecuente. Al destruir algunas células encargadas de la defensa del organismo, se cogen con más facilidad infecciones. Durante el tratamiento es frecuente que se necesiten transfusiones de plaquetas o de glóbulos rojos.

Radioterapia: es utilizar rayos de alta energía para destruir células de linfoma en una sola región, aunque también puede afectar a las regiones sanas que están próximas. No se usa en todos los linfomas.

Trasplante de células madre: utilizado solo en ocasiones excepcionales.

¿Cómo se puede prevenir el linfoma?

No existe ninguna forma de prevenir el linfoma.

Artículo publicado el  
15-6-2015, revisado por última vez el 9-6-2015
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.