EnFamilia

Escrito por pediatras, pensado para las familias

Dolor torácico en niños

La mayoría de los casos son situaciones benignas

El dolor torácico o “de pecho” es un motivo de consulta poco frecuente en urgencias pediátricas, pero genera una gran ansiedad tanto en padres como en niños debido al temor a padecer una enfermedad del corazón.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de dolor torácico en niños?

La mayoría de los casos son situaciones benignas de origen desconocido (idiopático) o de causa osteomuscular.

- El dolor torácico idiopático suele presentarse en niños mayores (preadolescentes-adolescentes).  Son episodios de dolor intenso, cortos y recurrentes, sin otros síntomas asociados. No se consigue reproducir el dolor a través de ninguna maniobra.

- El dolor torácico de origen osteomuscular suele ser debido a una inflamación leve de las articulaciones entre el esternón, la clavícula y las costillas. Cede con el reposo y la toma de antiinflamatorios (como el ibuprofeno). Generalmente existen antecedentes de traumatismo o ejercicio intenso. Las molestias empeoran con los movimientos y con la respiración profunda, y el dolor se reproduce con la palpación. Puede persistir meses.

- Otras causas posibles de dolor en el pecho son:

Respiratorias: crisis de asma, neumotórax, neumonías

Digestivas: reflujo gastroesofágico, esofagitis, o ingestión de cuerpo extraño

Psicológicas: ansiedad o crisis de pánico

Enfermedad del corazón: pericarditis, miocarditis, arritmias. Estas causas son muy poco frecuentes.

¿Cuáles son las características típicas de un dolor torácico benigno o que no debe preocuparnos?

Suele ser un dolor de corta duración, localizado, de intensidad leve, que aparece en reposo, sin que haya un antecedente de traumatismo o golpe, y que normalmente cesa de manera espontánea.

Además, el niño se encuentra bien y el dolor no suele acompañarse de otros síntomas como palpitaciones, taquicardia o algún signo de infección (fiebre).

¿Qué puedo hacer? ¿Cuándo debo consultar? 

Hay que consultar con el pediatra de atención primaria cuando un niño se queje de dolor torácico, y no ceda de manera espontánea o persista en el tiempo, aunque en la gran mayoría de las ocasiones va a ser una patología benigna.  Mientras, es recomendable tranquilizarle y se le puede dar un antiinflamatorio como el ibuprofeno. 

¿Son necesarias siempre pruebas complementarias?

El pediatra hará una historia clínica y exploración exhaustivas y, en muy pocos casos será preciso realizar pruebas complementarias (electrocardiograma, analítica o radiografías). Solo serán necesarias en aquellas ocasiones en las que el médico observe signos de alarma.

¿Cuáles son los signos de alarma de un dolor torácico por los que debemos acudir a urgencias?

  • Cuando el dolor se acompaña de algún otro tipo de síntoma (fiebre, sudoración, pérdida de conocimiento, dificultad respiratoria, palpitaciones etc.).
  • El dolor es intenso y opresivo (el niño lo refiere como un “gran peso”).
  • El dolor se desencadena durante el ejercicio.
  • Si el niño presenta algún tipo de cardiopatía o enfermedad del corazón ya conocida o asma.
  • Si en la familia existe algún antecedente cardiaco, como miocardiopatía, arritmia o muerte súbita.

¿Cómo se trata?

En la mayoría de las ocasiones el dolor torácico va a ser idiopático u osteomuscular, por lo que será suficiente tratarlo con reposo con antiinflamatorios como el ibuprofeno.

En el resto, el tratamiento será el de la enfermedad desencadenante.

Artículo publicado el  
17-5-2021, revisado por última vez el 14-5-2021
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.