La utilización de teléfonos móviles u ordenadores para el envío de contenidos de tipo sexual a otras personas (sexting) es una práctica cada vez más habitual.
Su utilización en jóvenes se ha asociado con conductas de riesgo y con el uso no consentido, lo que puede derivar en ciberacoso. Para conocer qué proporción de jóvenes realiza sexting y las características del mismo, en una publicación reciente se revisan los estudios realizados en menores de 18 años.